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lunes, septiembre 8

Y sin zanahoria

Debe de ser muy duro abandonar a la familia, a los amigos y una vida de comodidades en el "primer mundo" para trabajar en un "país subdesarrollado". Y más si se hace de un modo altruista, o con una retribución mucho menor de la que podría tener en tu país de origen. Yo, que jamás haría algo parecido; que en muchas ocasiones considero que algunas ONGs son burocracias inútiles con rectores muy bien pagados o simples lavadoras de complejos de culpa... admiro a personas como estas. Respeto a las personas que, por convicciones religiosas, lo hacen. Sin embargo a ellas les pondría algún inconveniente. El primero es que lo hacen con una función evangelizadora. Sería algo parecido a "mientras te comes la comida que te he traído, te voy a hablar de mi dios... el Dios". La segunda objeción sería que, desde la visión judeo-islamo-cristiana, esta entrega no es gratuita. No lo es en el sentido de que, esa aparente entrega gratuita por ayudar a los demás busca una recompensa para aquel que la hace. El misionero busca su "salvación" en un trabajo de ayuda a sus semejantes más desfavorecidos. Esta recompensa es la de una vida mejor después de morir, cuando Dios "compruebe" su vida de entrega a los demás. Por tanto, bajo mi punto de vista, la tarea del misionero en un país del tercer mundo, aunque útil, es totalmente bastarda. Mucha más consideración me merece la acción que pueda desarrollar una persona, que alejada de convicciones religiosas y sin la zanahoria de la vida eterna, haga una labor de servicio a personas del tercer mundo. Probablemente estas personas, con una profesión cualificada, tendría posibilidad de encontrar un trabajo muy bien remunerado. Sólo su inquietud y solidaridad hacia los demás la lleva a renunciar a ello e irse a un remoto país de África a trabajar. Y sin zanahoria.
Fotografía: Carrots Blurred Autor: Thespeak

domingo, octubre 28

Iluminados

Fotografía: El virus de la iglesiaAutor: micockringnomedejapensa r


"I know that there are two countries in Europe, they are making condoms with the [HIV] virus on purpose. They want to finish with the African people. This is the programme. They want to colonise until up to now. If we are not careful we will finish in one century’s time."

Archbishop Francisco Chimoio
Head of the Catholic church in Mozambique


"Sé que hay dos países en Europa que hacen preservativos infectados con el virus (VIH) a propósito. Quieren acabar con la gente de África, esa es la finalidad. Quieren colonizarnos ahora, si no somos cuidadosos lo lograran…"

Francisco Chimoio
Arzobispo Católico de Mozambique



Hasta ahora, la causa de la propagación del SIDA en África parecía estar, según la Iglesia Católica, en esa amoral promiscuidad de los africanos. Ahora, han pensado que es mejor situar al "enemigo" fuera: los preservativos infectados que manda Europa para someter a África.

viernes, diciembre 1

El Corredor de la Muerte

No me gustan "los días de". Entre otras cosas tengo mala memoria y olvido los cumpleaños y los santos; imaginad si tuviera que recordar varios "días de". Pero de este me he acordado, y no lo voy a dejar pasar: hoy es el Día Mundial Contra el Sida, AIDS Day. Lo voy a recordar, además, sin tapujos, para que sea como un vaso de agua fría en la cara. Para que, además de oir hablar del tema, lo escuchemos. Y no porque yo esté más concienciado o haga más que los demás, no os engañéis. El 60 % de las personas que tienen VIH habitan en África. Son 26 millones de personas enfermas. Personas, son personas. No hablo de toneladas de acero ni de kilos de tomates. Hablo de personas. Cada minuto, un niño de menos de 15 años se infecta del virus. La epidemia causa la muerte de 500,000 menores por año, es decir un niño cada minuto. Niños, son niños. Medio millón de ataúdes al año, para hacernos una idea, vaya. A diferencia de los países desarrollados, donde esta pandemia es una enfermedad crónica, en África es una sentencia de muerte. Un pelotón de ejecución que no cesa en su trabajo y está haciendo desaparecer generaciones enteras de personas y creando miles de húerfanos.
No sé que puedo hacer yo. Probablemente en unas horas haya olvidado estos datos pero, ahora que los he leído y me han impactado... os los quería transmitir a través de La Arbonaida.
Landahlauts en un arrebato de hipocresía.