domingo, febrero 13

Aquilone y Lua

Desde pequeña a Aquilone le dijeron que había que luchar para conseguir los sueños: "no desfallezcas, no te rindas, jamás, no hay sueño inalcanzable si te esfuerzas verdaderamente por alcanzarlo". También le enseñaron que para ser verdaderamente libre no hay que tener prejuicios con respecto a lo que te rodea: "los prejuicios de los demás son nuestras cadenas".  Jamás olvidó esas enseñanzas.

Aquilone llevaba algún tiempo enamorada de Lua, en secreto, sin ser correspondida. Cuando Lua la veía, se mostraba distante, fría, inalcanzable. Entonces, ella trataba de llamar su atención. Y lo hacía del modo que mejor sabía hacerlo... bailando. Aquilone bailaba para Lua hasta desfallecer agitando elegantemente sus más vivos colores.

Nada, sólo recibía indiferencia.

Así que, aquella tarde, cuando Aquilone la vió de nuevo, tomó una determinación lárgamente meditada. Comenzó a bailar como jamás lo había hecho y, mientras bailaba, su vuelo iba cada vez más y más alto. Cuando notó que las ataduras que la retenían a la tierra no eran lo suficientemente largas como para llegar a Lua... dió un quiebro brusco y las rompió. Y voló, Aquilone voló como jamás lo había hecho. Subió tanto que acabó perdiéndose en lo más alto del cielo.

Aquilone y Lua
No he vuelto a ver a Aquilone desde que, aquella tarde, rompió la cuerda y voló hasta perderse en una tarde azul de invierno. Mi hija decía que Aquilone, nuestra cometa, volaba en dirección a la Luna. ¡Qué tontería! ¿Cómo va a volar una cometa hasta la luna?

Lo cierto es que, algunas noches que miro la luna llena, creo percibir algún que otro reflejo de color que antes no tenía...  Mi hija también los ve. Y dice que es porque Aquilone está feliz, con Lua.

Fotografía: Aquilone y Lua

11 comentarios:

julia rubiera dijo...

muchisimas gracias por deleitarnos con tan bello relato, un besin de esta asturiana muy grande y feliz domingo.

Ana dijo...

preciosa entrada, la libertad perfectamente plasmada.

besitos

Edurne dijo...

Ha nacido una nueva leyenda...

Muxus para la princesa!
;)

Anónimo dijo...

Aunque siempre quise tener una cometa (y no la conseguí) mi cuota de trastos voladores se vio más que satisfecha con un muñequillo-piloto y su paracaídas de plástico que se lanzaba al aire usando el tirachinas incluido. Me lo compró mi madre al terminar un examen de aquel Bachillerato que los niños de pueblo hacíamos “por libre” en la capital. No puedo evitar el llorar al acordarme de mi madre y a veces me agarro a la palabra “mamá” como un bálsamo de la congoja + Las entradas de este blog son siempre muy hermosas y empapadas de inteligencia. Lo leo todos los días, pero le temo a mi “furor opinativo” que me impide decir pío con menos de doscientas palabras; por eso comento poco. Debería ponerle unos grilletes a mi ego [pero soy JM, y eso no tiene remedio].

Steppenwolf dijo...

Bonito cuento de amor y libertad.
Un saludo Landa

Anónimo dijo...

Que bonito.Un beso.la loli.

Rosa Mª Sánchez Alonso dijo...

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.


Romance de la luna. Romancero Gitano. Federico García Lorca, 1928.


Otra historia, tan distinta, tan parecida, en la que luna ... danzaba.


Un abrazo.

Anabel dijo...

Precioso relato.

Happy San Valentin!

(vale, vale...que el amor hay que celebrarlo cada dia y eso...ya lo seee...pero es que soy muy influenciable por el corte Ingles!):-)

Un abrazo

Food and Drugs dijo...

Gran relato, además basado en hechos reales
;-)

pon dijo...

Si lo dice tu hija, ten por seguro que los reflejos de color de la Luna es Aquilone, feliz. Lo creo a pies juntillas.


Grábate todo esto en el disco duro, Landah, grábatelo, es un consejo de madre con hijas crecidas.

frascoVerea dijo...

Una historia genial, como acostumbras.
Un saludo