viernes, septiembre 10

Iluminados por la fe

أبجدية عربية

Desde hace unos días, en los medios de comunicación se escucha repetidamente un nombre: Terry Jones. Y no, lamentablemente no tiene nada que ver con el Terry Jones de los Monty Python. El señor Terry Jones  que nos preocupa es el pastor de una iglesia protestante en Florida, un pastor muy conservador... lo que podríamos llamar un fundamentalista cristiano. Su grey no es muy extensa, son cincuenta individuos en cuyo entendimiento corazón cabeza espíritu interior ha prendido las homilias empozoñadas de xenofobia e intolerancia del "reverendopadre" Jones.

Estos días, para recordar la efeméride de los atentados del 11 de Septiembre de 2001 y celebrar a su modo la finalización del sagrado mes del Ramadán, el pastor Jones tuvo una original idea:

«Una Iglesia de Florida planea quemar copias del Corán el 11-S»

Quemar ejemplares del Corán, muchos, cuanto más, mejor.. Por si alguien dudaba de sus verdaderas intenciones, el Pastor Jones siempre atiende a los medios de comunicación que se lo solicitan con una pistola sobre la mesa. Quizás porque él intuye que no hay que bajar la guardia jamás, el Maligno puede aparecer en el momento más insospechado y conviene estar preparados para darle un par de tiros entre los cuernos...

El caso es que al final, el pastor Jones "se ha rajado". La presión ejercido por el gobierno de los EE.UU. ha conseguido que desista de sus planes.

El pastor Jones quizás pensó que su proeza sería novedosa. Lo cierto es que se equivoca. Hace más de quinientos años, otro cristiano como él tuvo la misma idea, aquí, en Andalucía.

Hacia el 1.500, pocos años después de finalización de la Guerra de Granada, los invasores castellanos perseguían acabar con los focos de resistencia morisca y someter completamente a la población. El Cardenal Cisneros (Cardenal, Arzobispo de Toledo y Primado de España, y tercer Inquisidor General de Castilla) pensó que para este sometimiento de la población podría ser muy útil quemar todos los libros que hubiese en Granada. Y, practicamente todos los libros de Granada,  fueron quemados en la Plaza de Bib-Rambla.

Plaza Bib-Rambla


Así lo contó Álvar Gómez de Castro, discípulo de Cisneros, en la biografía del Cardenal:

«Alegre por el éxito Jiménez y estimando que debía aprovecharse una ocasión tan favorable, y extirpar radicalmente de sus almas todo el error mahometano, no se detenía ante el parecer de quienes juzgaban más prudente ir quitando poco a poco una costumbre inveterada; pues pensaba que este método era aplicable en asuntos de poca importancia, y en los que no se ventile la salvación de las almas. Así que, con facilidad, sin dar un decreto y sin coacción, logró que los Alfaquíes, dispuestos en aquella época a hacer todo tipo de favores, sacasen a la calle los ejemplares del Corán, es decir, el libro más importante de su superstición, y todos los libros de la impiedad mahometana, de cualquier autor y calidad que fuesen. Se reunieron cerca de cinco mil volúmenes, adornados con los palos de enrollar; los cuales eran también de plata y oro, sin contar su admirable labor artística. Estos volúmenes cautivaban ojos y ánimos de los espectadores. Pidieron a Jiménez que les regalase muchos de ellos; pero a nadie se le concedió nada. En una hoguera pública fueron quemados todos los volúmenes juntos, a excepción de algunos libros de Medicina, a la que aquella raza fue siempre y con gran provecho muy aficionada. Tales libros, librados de la quema por el mérito de arte tan saludable, se conservan actualmente en la Biblioteca de Alcalá. Hasta este momento había marchado realmente sobre ruedas el programa de nuestro Obispo.»

"Este método [el no quemar los manuscritos] era aplicable en asuntos de poca importancia, y en los que no se ventile la salvación de las almas." "Era preciso destruir…los alcoranes y otros libros muslímicos conservados por los moros y moriscos de Granada…para conseguir o afianzar la conversión de aquellos naturales,"

Decía Francisco J. Simonet, en Descripción del reino de Granada sacada de los autores arábigos 711-1492, que para Cisneros la civilización granadina fue "atrasad[a] y groser[a]…que, como en todo país musulmán, nunca pasó los límites de la barbarie". La destrucción de los manuscritos fue, para Simonet, "digna de grande alabanza y encomio" ; "quemó lo que debió quemarse en obsequio a la unidad católica y política de nuestra nación". La granadina era "una civilización…groseramente sensual y materialista"; "la desaparición de [la literatura arábiga] no puede achacarse a la intolerancia de los cristianos conquistadores, sino al escaso valor intrínseco y real de aquella literatura".

Años después y viendo el éxito conseguido en Granada, los franciscanos decidieron exportar sus exitosas "hogueras para libros": un correligionario de Cineros quemó todos los manuscritos de la Civilización Maya en México.

Alguien pensará que el Cardenal Cineros fue considerado en Granada, a raíz de aquello, un personaje maldito cuyo nombre nadie deseaba escuchar. Falso.

Plaza del Cardenal Cisneros

Francisco Jiménez de Cisneros tiene, a día de hoy, una plaza en nuestra ciudad, eso sí, en uno de aquellos barrios "del Movimiento" donde la mayoría de las calles tienen nombres de insignes fascistas. Además, hay ... ¡oh, sorpresa! ¡¡un Colegio Mayor Universitario de la Universidad de Granada llamado "Cardenal Cisneros"!! Y es que, nuestra Universidad, no quería dejar en el olvido un nombre que iluminó con la luz de la cultura a nuestra ciudad (aunque la luz surgiera de una hoguera y de quemar cultura).

Desde aquí me gustaría, humildemente, sugerir a nuestro Ayuntamiento que cambie el nombre de la Plaza de Bib-Rambla y se pase a llamar Plaza del Cardenal Cisneros. Sería más lógico que, si una plaza ha de llevar su nombre, sea aquella en la que, el amor a sus semejantes, le hizo prender la luz del saber...



«Se perdieron una civilización admirable, una poesía, una astronomía, una arquitectura y una delicadeza únicas en el mundo.»
Federico García Lorca

Fotografía -1-: أبجدية عربية
Fotografía -2-: Plaza Bib-Rambla

16 comentarios:

Más claro, agua dijo...

No olvidéis reservar alguna calle cercana a la plaza para el insigne Terry Jones, digno seguidor de la "escuela granadina"...

;-)

Eduardo dijo...

Hoy, a pesar de apoyarle a ud. en considerar un idiota a Jones (aunque le ampara la libertad de expresión), y de pensar mal de Cisneros que era un metomentodo, como buen cura, le recuerdo la máxima "odia al delito y compadece al delincuente". Pensar que lo de Cisneros fue un hecho aislado es un poco naif. Si no, los compostelanos podrían hablar de otros saqueos, los aragoneses de otros y esto sería el cuento de nunca acabar.
Aquí todos tenemos muertos en el armario, aunque algunos muertos sean más recientes que otros (y esto sí va con mala baba). Lo importante es NO SEGUIR ACUMULÁNDOLO. La reacción del "mundo islámico" tampoco se ha hecho esperar y ya han quemado todo tipo de banderas, americanas y demás, quemado objetos religiosos y amenazado con atentados a 188 países, approx.
O sea, que lo de Jones es que, como americano, hace marketing y los otros son más directos.
Como mi paisano Cajal, y de ese sí que nos deberíamos enorgullecer, me fascina pensar que existe un ganglio de la religión, que podamos un día identificar o extirpar.
O como otro aragonés ilustre, Manuel Bescós, decía cuando veía hace más de 100 años jugar a sus hijos: "espero vehemente el día que las religiones se estudien, como las piedras de sílex, en los colegios"
Seguro que el Terry Jones de los Python acaba siendo amenazado por error.
Saludos muy cordiales, my friend.

pon dijo...

Creo que a este zumbao le han dado demasiada bola y se ha creído su propio grumo mental. Efectivamente lo de quemar libros(y sabios) es muy poco original, incluso lo de destruír la cultura ajena es bastante altiguo, los romanos ya lo practicaban con alegría. A mo lo que me da a entender es que este individuo es un idiota y que los que le siguen está aún peor.
Pero también pienso que cosas así se seguirán dando, porque si algo nos distingue a los seres humanos de los bichitos es que tropezamos cuarenta veces si hace falta con la misma piedra.

Landah, no sé si decírtelo, vivo en la calle del Cardenal Cisneros(en Madrid).......

Sorokin dijo...

Lo de quemar libros es un deporte que se ha practicado en todas las épocas, como dan fe las quemas de libros que practicaban los nazis en 1933. Tambien, según Bradbury, se practicará en el futuro. Ver "Farenheit 451".

Es lamentable, sin duda, pero lo peor viene después, cuando una vez quemados los libros se queman personas.

Merce dijo...

Gilipollas ha habido siempre y en todos lados. A éste como dicen por ahí arriba quizá se le esté dando mucha bola, que será lo que busca...

La Historia está llena de burradas que se han hecho en nombre de dios, pero de todos los dioses (cristiano, musulmán...). Lo más grave, matar en nombre de algún dios. Se podría aplicar quello de: El que esté libre de pecado...

Tampoco, creo yo, debemos olvidar que pueblos invadidos han sido en otros momentos de la Historia invasores. Y que todos y de todos lados han destruido a lo largo de los siglos otras culturas por el simple hecho de ser distintas. Y me da a mí que no se libran muchos, por no decir ninguno...

Saludos, Landa.

Anónimo dijo...

Estos quemadores de libros,después de los libros queman personas,son el demonio en persona.La loli.

Marta Salazar dijo...

a mayor abundamiento, queridos amigos, Terry fundó una comunidad (free church) en Colonia... de donde lo expulsaron (dicen sus ex-feligreses); más infos en la página de mi blog en FB, con links a diferentes medios que comentan su estadía en Colonia...

muchos saludos desde cerca de Colonia :)

VALLINA dijo...

la iglesia que mas ilumina es la que arde.Anonimo popular

Violeta Romero dijo...

El tal Pastor, en nuestra tan "culta" Florida, ha resultado ser un ladronzuelo de baja estofa, que tiene antecedentes dudosos y vende hasta los muebles de la iglesia. Parece que fue la visita del FBI, la que lo convenció de no llevar a cabo el aquelarre. Quizás negociaron no meterlo en la cárcel por sus turbios negocios.
De todas formas, este tipo con cara de aceite de ricino, ya vivió sus quince minutos de fama; y no tengo dudas de que por ello, va a tener numerosos imitadores.
No sé qué piensa hacer con todos los libros que recolectó para la quema. Probablemente también los venda y le saque algún dinero al asunto.

MariaJU dijo...

Es q este hombre no sabe en su locura, lo q es la filosofía del reciclaje y por tanto ignora q un libro jamás debe de quemarse, sino echarlo al contenedor del cartón, a ser posible sin q se enteren los vecinos, no por nada, sino porque no los vas a molestar cn esa tontería, no? Yo creo de todas formas q este idiota ha saltado a los medios como una estrategia detonadora del miedo en el mundo sin más.

En fin, que ojalá el ayuntamiento acepte humildemente tu humilde y genial propuesta de cambiarle a la calle el nombre del verdugo por el e la víctima: Bib-Rambla. Mucho más razonable y justo.

Uno dijo...

A Terry Jones le gusta tocar lo que rima con su apellido.

Cisneros poco tenía de elegante, más bien debió ser un patoso feo y muy corto.

ACERNOR dijo...

Es curioso, a todas las iglesias sean grandes o pequeñas les fascina el fuego. Vallina está en lo cierto.

pon dijo...

También deben dar mucha luz las mezquitas ardiendo, todo hay que decirlo. La verdad es que el pastor este que le falta un rebaño de 500 ovejas para tener algo que hacer, debería quemar con el Corán, la Biblia ya de paso, y nos ahorrábamos combustible.

Food and Drugs dijo...

Lo único que diferencia al Terry Jones este de los huevos, del tal Cardenal Cisneros, es que consigue ser algo más cutre. Pero, poco, muy poco.
;-)

hippie pirata dijo...

Bueno... no debemos olvidar que los primeros nazis fueron españoles, así como los últimos negreros de occidente y los mejores bárbaros de la historia, eso sí, con la cruz por delante y el confesionario detrás.

Anónimo dijo...

¿Comparas a Cisneros con Jones? comparas a alguien con la mentalidad de hace 500 años, a alguien de la talla de Cisneros con un desgraciao buscando notoriedad.Jones el ultra y Cisneros... el fascista!.

Disculpa, había olvidado el fascismo ultra de Isabel y Fernando, y claro, Cisneros era su mano derecha, esos que elinimaron a sangre y fuego ese paraiso que era el reino nazarí. Oh, por alá, ¿Cual fué nuestro pecado para no seguir siendo tus hijos, porqué dejaste al infiel destruir el remanzo de paz y conocimiento, lleno de huries que era Granada?...

malvado Cisneros, fascista de pro, no como esos buenos almohades y almoravides de entonces, qiá.