lunes, febrero 9

Si me dan a elegir...

Aquel día, 4 de febrero de 2009, los analistas estaban especialmente atentos a la publicación de los PMIs servicios de España, Francia, Alemania, Italia, Zona Euro y Reino Unido. Además, en Estados Unidos se iba a divulgar el ISM servicios de enero.

En el ámbito macroeconómico se iba a conocer también las Ventas al por menor de diciembre y el PMI Composite de enero, ambos en la Zona Euro; y la Confianza del consumidor de enero en Reino Unido.

Aunque muchos consideraban, aún más importante, conocer si el Banco Central Europeo (BCE) cumpliría el guión previsto y mantendría los tipos de interés sin cambio (en el 2%) durante su reunión de política monetaria prevista para el día siguiente.

A todo esto, hacía media hora escasa que el Ibex 35 había perdido el nivel de los 8.300, en una jornada marcada por una gran volatilidad (perdía hasta el momento 0,75%). Algo mejor iba el selectivo en París (subía un 1,15%), y en Francfort (un 0,79%).

La peor noticia para muchos era, no obstante, que el desempleo había aumentado en 200.000 personas en el mes de Enero y se admitía, por parte del Gobierno Central, la posibilidad de llegar a los 4.000.000 de personas desempleadas a lo largo del año...


En lo meteorológico tampoco transcurría un invierno muy agradable: una ola de frío asolaba la península desde hacía días. A esa hora, en la calle donde vivía, la temperatura no superaba los 6 °C. El sol llevaba días sin aparecer: una borrasca centrada en el Canal de la Mancha era la culpable. De eso, y de que llevara cuatro días lloviendo de modo ininterrumpido. Esa mañana, excepcionalmente, el sol había logrado colarse a ratos a través de las nubes.


Tras los cristales


Y, allí estaba él. Le importaba un carajo el ibex 35, la tasa de desempleo, los tipos de interés en la Zona Euro y la Confianza del Consumidor en el Reino Unido.

La calefacción mantenía la casa en unos cómodos 19 °C. Sentado en el taburete del piano, junto a la ventana, observaba la calle. Veía pasar a los transeúntes, encogidos de frío, con prisa por la calle. Los contemplaba con una mezcla de altanería y de soñolienta indiferencia. De vez en cuando el sol aparecía y acariciaba su suave pelo blanco. La luz le deslumbraba y tenía que entornar los ojos. El reloj de pared marcaba las horas, los cuartos, las medias... una y otra vez...

Desconozco si es cierta la creencia de que una esencia individual de la persona (mente, alma, consciencia, energía) vive en un cuerpo en la tierra varias veces y no sólo una. Eso que llaman "reencarnación".

Si es cierto, si existe la reencarnación, y si se puede elegir... elijo ser gato.

Fotografía: Tras los cristales
Autor: Landahlauts

20 comentarios:

Sefo dijo...

Me encanta cuando Luna, mi gata, se asoma a la ventana, en ocasiones se queda dormida por el calorcillo que le produce el sol... (L)(L).

Eponine dijo...

Uyyy... con esta entrada ya te has ganado el corazoncito de todos los que amamos los gatos, jeje.

Yo también elijo ser gato, son los que más saben, con diferencia.

Al mío también le gusta mirar por la ventana, pero se le va mucho la olla cuando lo hace. Se le dilatan las pupilas y persigue a todo lo que se mueve con la mirada, jajaja. Es genial.

Juan Duque Oliva dijo...

Además tienen siete vidas

Edurne dijo...

Caramba, soberbio el felino! Y tus reflexiones, muy buenas...

Sí señor,creo que yo también ser gato la próxima! Que me apunten!

Buena semana!

Anabel dijo...

Mi gata, Lula, me ha enseñado que yo también quiero ser gato!!!

Como reza el dicho:

"quisiera ser un perro para estar todo el día durmiendo" a lo que se contesta " y yo gato, para estar más rato"

Anónimo dijo...

Durante meses quise, sin éxito, ser una vaca. Las envidiaba, mucho. No hacían nada, sólo comer, tumbarse placidamente al sol. Las veía al pasar de vuelta a casa después de una dura semana de trabajo; ellas me miraban con aire burlón. Las odiaba por su vagancia. Las envidiaba por su descarada pereza.
post: muy bueno el enfoque, como si fuese un cuento, ya me gusta.

Merce dijo...

Pues yo quiero volver a ser mujer... vamos, lo tengo clarísimo, bueno a lo mejor siendo hombre tampoco se está mal... eso sí, quiero nacer rica, muy rica, de las que viven de las rentas todo la vida, curiosidad más...

Anónimo dijo...

Preciosa foto. Si, a mi tampoco me importaria ser gato, la verdad.

Novicia Dalila dijo...

Yo como merce pero más rica, de esas excéntricas que hacen lo que les sale de ahí mismo y que nadie les rechista... Pues de esas. aunque solo sea un ratito, porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaa... Quiero saber lo que se siente :D:D:D

Kisses

Anónimo dijo...

Los gatos es ke llevan en los genes eso de entender ke es "calidad de vida".

Más claro, agua dijo...

La culpa la tenemos los humanos, que siempre nos empeñamos en buscarle tres pies al gato... ;-)

Anónimo dijo...

Parece que me oigo ronronear ahora mismo... Con el sueño que gasto firmo ser gato pero ya!

Markitos dijo...

Yo quiero ser Paris Hilton pero en masculino. Los gatos no acaban de convencerme.

Maritoñi dijo...

Me ha vuelto loca la foto, preciosísima. PMI es la Pura Maritoñi Intensa?

Anónimo dijo...

Pero no somos gatos. Y como dice ·El Jueves·: 4.000.000 de parados??? Con Zapatero... ¡¡Yes, we can!!!!

Pon los pies en el suelo.

Caracola Light dijo...

Qué complicado es todo. Qué bien ser un poco gsato de vez en caundo.

Señor colostomizado dijo...

Pues yo en mi próxima vida elijo ser un señor NO colostomizado, ea.

Luna Azul dijo...

No me gustan los gatos soy más de perros, pero este me ha encantado.
Aunque como Merce me apunto a eso de ser mujer pero más rica.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Mi gato hace huy, huy, huy, huy, mi gato hace, hay, hay, ahy, ahy.
Pero, es verdad lo que dicen que el gato sabe a conejo???

Anónimo dijo...

No es tan agradable ser gato si vives cerca de un restaurante chino. No todo son ventajas.