-¿Qué? -El lago, sabe. Ese lago pequeño que hay cerca de Central South Park. Donde están los patos. ¿Sabe, no?
-Sí. ¿Qué pasa con ese lago?
-¿Se acuerda de esos patos que hay siempre nadando ahí? Sobre todo en primavera. ¿Sabe usted por casualidad dónde van en invierno?
-Adónde va , ¿quién?
-Los patos. ¿Lo sabe usted, por casualidad? ¿Viene alguien a llevárselos a alguna parte en un camión o se van ellos por su cuenta al sur, o qué hacen?
El tal Howitz volvió la cabeza en redondo para mirarme. Tenía muy poca paciencia, pero no era mala persona.
-¿Cómo quiere que lo sepa? -me dijo-. ¿Cómo quiere que sepa semejante estupidez?
-Bueno, no se enoje por eso.
-¿Quién se enoja? Nadie se enoja.
Decidí que si iba a tomarse las cosas tan a pecho, mejor era no hablar. Pero fue él quien sacó de nuevo la conversación. Volvió otra vez la cabeza en redondo y me dijo:
-Los peces son los que no se van a ninguna parte. Los peces se quedan en el lago. Esos sí que no se mueven.»
Fragmento de: "El guardián entre el centeno" (1951)
De: Jerome David Salinger
Fotografía: Patos
Autor: Landahlauts
5 comentarios:
Es que el lago se congeló con los patos nadando dentro, y echaron a volar y se llevaron el lago enganchado en sus patas...
Un buen rato, Landah...lauts :)
Prefiero se pez, en este caso.
Me encantó cuando leí ese libro de muy pequeño. Me sentí seducido por la narración en primera persona.
Los patos... sólo mudaron de barrio y los peces que no tenían recursos para volar se quedaron allí.
Saludos
Los patos de Central Park se van a San Francisco en Invierno. Los peces se quedan en conserva.
Enhorabuena por el viaje!!!
enhorabuena por el viaje. El guardian es un libro para leer en la adolescencia... si lo lees después te parece... pues... eso... para adolescentes... lo malo es que debe ser el único que hacen leer a los americanitos jóvenes... menos mal qu también tienen que leer muerte de un viajante y miller es miller...
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