Probablemente, alguno de vosotros hayáis sufrido la amarga experiencia de que os roben el coche. Es un momento muy duro cuando llegas al lugar donde lo habías dejado perfectamente aparcado, con su parasol, sus puertecitas cerradas, el radio-cd quitado de la vista y... te encuentras el sitio. Tiene, además, el efecto secundario de que te deja cara de gilipollas (con perdón) durante al menos, las dos horas siguientes.
Por eso, en estos momentos, imagino el nudo marinero que se le debió de hacer al capitán de la Armada Española en el estómago cuando, yendo por la mañana en busca de su submarino, se encontró que no estaba.
El submarino en cuestión se llama S-74 Tramontana, y estaba en los astilleros de Cartagena. Sin que se sepa muy bien el motivo, "se escapó" del dique que lo sujetaba y apareció en otro lugar del puerto. Allí llegó flotando a la deriva, como si fuera una de esas botellas vacías de Coca-Cola que algún imbécil tira al mar y la marea se encarga de llevar de un lado a otro. Pero, insisto, ya apareció. Así que, no os molestéis en buscarlo.
La imagen de un submarino robado y un capitán buscándolo con las manos sudorosas me recuerda, inevitablemente, a Gila y sus monólogos sobre la guerra:
"...Otra cosa: el submarino que nos mandaron el martes... de color, divino, pero no flota nada. Lo echamos al fondo después de comer y todavía no ha subido.
¿Cómo?...¡No me diga que era un barco! ¡Pues, nos costó un trabajo hundirlo! Pero, con una cosa de ese precio, se manda al menos un folleto..."
Por cierto, ¿qué habrán pensado los socios de la OTAN cuando se hayan enterado?
Por eso, en estos momentos, imagino el nudo marinero que se le debió de hacer al capitán de la Armada Española en el estómago cuando, yendo por la mañana en busca de su submarino, se encontró que no estaba.
El submarino en cuestión se llama S-74 Tramontana, y estaba en los astilleros de Cartagena. Sin que se sepa muy bien el motivo, "se escapó" del dique que lo sujetaba y apareció en otro lugar del puerto. Allí llegó flotando a la deriva, como si fuera una de esas botellas vacías de Coca-Cola que algún imbécil tira al mar y la marea se encarga de llevar de un lado a otro. Pero, insisto, ya apareció. Así que, no os molestéis en buscarlo.
La imagen de un submarino robado y un capitán buscándolo con las manos sudorosas me recuerda, inevitablemente, a Gila y sus monólogos sobre la guerra:
"...Otra cosa: el submarino que nos mandaron el martes... de color, divino, pero no flota nada. Lo echamos al fondo después de comer y todavía no ha subido.
¿Cómo?...¡No me diga que era un barco! ¡Pues, nos costó un trabajo hundirlo! Pero, con una cosa de ese precio, se manda al menos un folleto..."
Por cierto, ¿qué habrán pensado los socios de la OTAN cuando se hayan enterado?
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Noticia y fotografía vía: 20Minutos.es
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16 comentarios:
Qué fuerte! Sobre todo, cuando de todos es sabido que, para aparcar un submarino, tienes que poner el freno de mano y después meter primera...
Menos mal que lo encontraron pronto. Es que ya no saben ni aparcar submarinos jajaja
Mira ke en las instrucción se lo dicen millones de veces, ke hay ke poner el freno de mano cuando se aparca el submarino, pero no hay manera de ke se les meta en la cabeza, oiga.
Y no se habrá hundido acaso
Después de lo que le pasó a la Armada Invencible, no puede haber ridículo mayor. Así van, de derrota en derrota hasta el ridículo final.
Que increíble...realmente.
¿a quien le echaran la culpa?
Pero que pasa ¿se dejaron las llaves puestas?...si es que algunos tienen la cabeza no se yo donde...
Pues yo pienso lo mismo que Gila. No era un submarino, era un barco, por eso no lo encontraban. xD
hola buenos días,gracias por ir hasta mi blog , un gusto fue el mio venir y conocerlo tienes muchas cosas lindas para leer,pero a un blog no pude entrar no sé porque es . lo importante que pude entrar a este.
te dejo miles de saludos hasta prontito.
la argentinita
Madre del amor hermoso...
Uno por otro y el barco sin atar...
Las ganas que debían tener de pisar tierra que ni el candado le pusieron.
Se lo intentaría robar uno de esos que rompe los candados de las bicis.
Enhorabuena!! Te a tocao un premio. Para más información, visita mi blog.
Un Saludo!!
Cucha que... ni que lo hubiera dejao en el parking del cortinglé!!!!
Increíble. ¿Y no sería que le habían dejado el piloto automático puesto?
¿había ingleses por la zona?
Y si el mar está en cuesta, el timón girado contra el bordillo.
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