¿Qué hora es? Nadie lo sabe.
Las horas cuelgan del techo, pero no puedo cogerlas.
Mando mis ojos abiertos,
y vuelven mudos mis ojos a sus órbitas de miedo.
Pasa un grito por la calle; pasa después un silencio,
y un silencio más, y otro,
y pasan muchos silencios…
Las horas cuelgan del techo, pero no puedo cogerlas.
Mando mis ojos abiertos,
y vuelven mudos mis ojos a sus órbitas de miedo.
Pasa un grito por la calle; pasa después un silencio,
y un silencio más, y otro,
y pasan muchos silencios…
Tags: nicolás+guillen cuba poesia insomnio
6 comentarios:
pues eso debo de tener yo, un romance o un affair con el insomnio... pero que no soy la unica no landa????
Hola. Quería corregir algo, no fue este pasado domingo; es el próximo. Suerte. Saludos
Luz de Gas:
Estuve con la banderola y la gorra esperando... pero nada.
Aunque algo imaginaba, viendo que no había habido noticias de los entrenamientos.
Suerte para todos
Halo:
No, no te creas. Yo duermo poco pero por gusto. Pero cuando me echo a la cama... como un niño, vaya. No me cambio ni de postura: amanezco como me acosté.
A veces, lo que yo soy es uno de esos silencios que pasan...
Un saludo
Me gustaría tener insomnio. Duermo demasiado, en cualquier lugar, en cualquier postura, empiezo a pensar que quizá tenga conatos de narcolepsia.
Eso de los ojos fuera de las órbitas...a veces lo entiendo muy bien
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