Un trabajador de Daewoo, la fábrica automovilística surcoreana, perdió el año pasado su cartera. No es algo extraño yo, sin ir más lejos, la pierdo de vez en cuando. Es menos frecuente, desgraciadamente, que la pierdas y aparezca. Lo que parece inverosimil es que pierdas la cartera en Seúl (en Corea) y que aparezca del Estado de Nueva York, en Estados Unidos.
Y eso es lo que ha pasado. J.W. Joh controlaba el equipamiento de un vehículo en construcción en una fábrica de General Motors y Daewoo en Seúl cuando su cartera al parecer se cayó bajo el asiento de detrás del coche. El coche partió rumbo a California antes de atravesar Estados Unidos en tren y camión para terminar llegando al norte del Estado de Nueva York, un viaje de más de 13.000 kilómetros.
Hasta que el concesionario preparaba el vehículo para enviárselo a su comprador no se descubrió el objeto. La cartera ha sido devuelta a su propietario, meses después y habiendo recorrido casi 30.000 kms. Y, además, no faltaba nada.
En estos tiempos en que la economía está globalizada, no está mal que la honradez se globalice también. ¿O no?
8 comentarios:
Si es que, el mundo es un pañuelo.
Pues la verdad, es que me sorprende, triste es decirlo, pero me sorprende. Ultimamente creo cada vez menos en la honradez de la gente. Fijate, ya lo convertimos en noticia y todo.
Besos desde el agua.
Si que es rarito eso, niño.
Es cierto, convertimos lo que tendría que ser normal en noticia o en rareza.
Joder que cúmulo de coincidencias. Por cierto, la foto es sublime e inteligente.
La honradez, ¡que valor!.
Ojalá y te hicieran caso los memos de la globalización.
Gracias por ofrecernos esperanza a los Juan-nadie.
ay los john doe del mundo mundial...
que pasa??? hoy no hay post????
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