jueves, febrero 22

Frio y calor


Estaba una fregona por enero...

Estaba una fregona por enero
metida hasta los muslos en el río,
lavando paños, con tal aire y brío,
que mil necios traía al retortero.

Un cierto Conde, alegre y placentero,
le preguntó con gracia: «¿Tenéis frío?»
respondió la fregona: «Señor mío,
siempre llevo conmigo yo un brasero.»

El Conde, que era astuto, y supo dónde,
le dijo, haciendo rueda como pavo,
que le encendiese un cirio que traía.

Y dijo entonces la fregona al Conde,
alzándose las faldas hasta el rabo:
«Pues sople este tizón vueseñoría.»


Francisco de Quevedo (1580 — 1645)
Escritor español.


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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo del rabo es lo que no entiendo. ¿Tenía rabo la fregona?

Muy bueno. ¿Y como dices que se llama el que lo ha escrito?

Anónimo dijo...

Si que está bien, sí. Era un cachondo el tío este.

Más claro, agua dijo...

No sé a Dios ni al Vaticano ni al Linux ese, pero a mí me encanta Quevedo...

LOLA GRACIA dijo...

Me pasa como a kasposa. No sé si se trata de trasvestismo en el siglo de Oro o hablaba del rabo de la fregona. Muy bueno Landa

Landahlauts dijo...

La fregonas tienen rabo, pero no las que son personas, sino las que se usan para fregar el suelo.

Es el culo. De hecho en Costa Rica todavía le llaman rabo al culo.

Aunque el tizón... no lo tenía en el culo. jajaja

Anónimo dijo...

Cada vez que leo a Quevedo, más le echo de menos en estos tiempos de hoy. Jeje.

Un saludo

Gordito Relleno dijo...

Ja,ja. Muy bueno. Me parto el rabo...

luz de gas dijo...

Hola. Excelente gusto el tuyo, si te gusta leer a Quevedo, pienso. Genial, aunque haya que leerlo más de una vez a veces para captarlo. Saludos