martes, septiembre 26

La Estantería: Bertrand Rusell



"En las comunidades primitivas, los campesinos, de haber podido decidir, no hubieran entregado el escaso excedente con que subsistían a los guerreros y los sacerdotes, sino que hubiesen producido menos o consumido más. Al principio, era la fuerza lo que los obligaba a producir y entregar el excedente. Gradualmente, sin embargo, resultó posible inducir a muchos de ellos a aceptar una ética según la cual era su deber trabajar intensamente, aunque parte de su trabajo fuera a sostener a otros, que permanecían ociosos. Por este medio, la compulsión requerida se fue reduciendo y los gastos de gobierno disminuyeron. En nuestros días, el noventa y nueve por ciento de los asalariados británicos se sentirían realmente impresionados si se les dijera que el rey no debe tener ingresos mayores que los de un trabajador. El concepto de deber, en términos históricos, ha sido un medio utilizado por los poseedores del poder para inducir a los demás a vivir para el interés de sus amos más que para su propio interés. Por supuesto, los poseedores del poder ocultan este hecho aún ante sí mismos, y se las arreglan para creer que sus intereses son idénticos a los más grandes intereses de la humanidad. "
Bertrand Arthur William Russell (18/05/1872 - 02/02/1970),
Elogio de la ociosidad (fragmento)

10 comentarios:

LOLA GRACIA dijo...

jo bá. ¿Qué decir? Que en este puto mundo siempre habrá poderosos y gente que trabaja para ellos, incluso a cambio de casi nada. Siempre habrá privilegiados que por nacer o estar en determinado puesto nadie les tose, tienen las lentejas garantizadas de por vida y pueden llevar la existencia odiosa.Digo, ociosa.

Anónimo dijo...

Y no tiene tele esta gente? Porque vamos, una cosa es que nos den un heredero y otra que, entre él y sus hermanas, necesiten un colegio entero.

Landahlauts dijo...

A Lola Gracia:
Nos cabe el consuelo de que en otros sitios se trabaja para los poderosos y ellos viven de escándalo y sus "súbditos" sobreviven. Y también el consuelo de que, por lo menos, podemos criticarlos.
Claro que lo de los consuelos tampoco sirve de mucho...

A SDE:
La verdad es que la programación de la tele no motiva mucho para verla. Si además no tienes problemas económicos, ni de espacio en casa y tienes abuelos para dejarles los niños cuando te vas a trabajar... se explica, no?

Anónimo dijo...

Nada torna a la gente más desnaturalizada e insubordinada que una larga y constante ociosidad.
Stefan Zweig (1881-1942) Escritor austriaco.


La cosina. Besos.

Landahlauts dijo...

Y si la ociosidad le viene de generaciones atrás???

Petons, Cosina.

Landahlauts dijo...

Al SDL:
Pues sería salir de Poncios para meterse en Pilatos (nunca mejor dicho)

Más claro, agua dijo...

Lo peor de todo es esa estúpida discusión sobre quién será el heredero (si Leonor o el Neonato).

¿No nos dejan ni el derecho a pensar que para entonces seremos una sociedad evolucionada y no nos harán falta más ociosos con corona que los críos que meriendan en los Mcdonald's?

Landahlauts dijo...

Lo malo es que no será sólo discusión de los vomitivos programas del corazón. Seguro que "el problema" se lleva a sesudas tertulias.

Landahlauts dijo...

¿Obsequió? Sería a ti, campeón

A mí, también me lo parece.

Anónimo dijo...

Cuanto amor se destila en tus palabraS!!!