Hace algunos años fui usuario de eMule. El programa eMule, por si alguien no lo conoce, sirve para el intercambio de archivos (P2P): compartes ficheros con los demás usuarios y, a su vez, tú puedes conseguir los de ellos. Lo usaba principalmente para bajar alguna película infantil y bandas sonoras (esto último es algo que no siempre me era fácil ni barato conseguir por los medios más habituales).
Eso de "bajarse música y películas" es algo que se considera ilegal en algunos países y por algunas asociaciones empresariales. Si os soy sincero, a mi no me creaba demasiado problema de conciencia por un motivo que, a algunos, les puede parecer pretencioso: mi videoteca y discoteca tienen más títulos originales que la de muchos directivos de la SGAE. Y pagados por mi.
Con el tiempo, dejé de descargar archivos. Mayormente porque, una vez conseguido lo que buscaba, no se ocurría nada más que pedir. Y, como decía aquel, pedir por pedir... es tontería.
Pero hubo otro motivo que me llevó a dejar de usar eMule. Mis hijos, cuando veían anunciar el estreno de una película infantil, se acostumbraron a decir: "¿Nos la bajas, papá?" (alguna vez, incluso, a voces en mitad de la Sección de DVD del El Corte Inglés). Llamadme antiguo pero, cuando yo era niño y adolescente podían transcurrir meses desde que deseaba un disco o película hasta que conseguía ahorrar suficiente para comprarlo. Eso me obligaba a elegir muy bien y, ese tiempo de espera, servía para desear aún más tener aquel disco de Pink Floyd, Dire Straits o Tchaikovsky. Los tiempos son otros, lo reconozco, pero... a pesar de ello, me resisto a admitir que una película o un disco sólo sea para mis hijos un producto más de consumo, al que no den ningún valor. Soy capaz de reconocer en un disco compacto o en una película el valor de la creación artística de quien lo ha hecho, y no me parece horando menospreciarla ni trivializarla de esa manera.
Hace unos días compré un disco duro: el uso que le voy a dar es almacenar fotografías. Es un Toshiba muy elegante de 1.5 Tb... una pasada de capacidad. Y más si lo comparo con el disco que traía mi primer ordenador, un IMB PS2, con un disco duro de 20 Mb. Cuando miré con detenimiento el ticket de compra, observé un concepto que llamó mi atención:
Doce euros en concepto de "Canon por Copia Privada". Ese es el canon que implantó hace unos años el gobierno del Estado dando por supuesto que todos los que compramos un disco duro lo vamos a usar para "descargas ilegales". El legislador ignora así nuestra presunción de inocencia , la que establece el Artículo 24.2 de la Constitución Española. Se da por sentado que todos somos culpables y no hace falta que demostremos nada, sólo pagar.
Después de pagar esos doce euros, moralmente, me siento facultado para bajarme un importe equivalente en música o películas. No por nada, sino porque ya lo he pagado.
¿Qué me descargo? ¿Alguna película de estreno que me recomendéis? ¿Algún compacto interesante? ¿Dónde puedo bajarme películas? ¿Y música?
Fotografía: Canon
Autor: Landahlauts