Aquí los gatos están bien alimentados, no tienen necesidad de cazar para llenar la panza...
....Y las palomas lo saben. Por eso no mantienen la distancia prudencial de seguridad que toda paloma debe guardar cuando hay un felino cerca.
Será así hasta que un día el gato comience a pasar hambre. Ese día la naturaleza del gato despertará y su instinto cazador volverá a la normalidad.
Y ese día, las palomas confiadas se llevarán una sorpresa. Una sorpresa muy desagradable.
Los instintos puede permanecer aletargados, casi disipados, pero siguen estando ahí. Y afloran cuando el hambre y la desesperación se vuelve insoportable.
Cuidado.