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jueves, septiembre 4

El síndrome post vacacional

Dar cabezadas

Escuchamos hablar, cada vez con más frecuencia, del llamado síndrome post vacional. Dicen que surge por la incapacidad de adaptación al trabajo una vez finalizadas las vacaciones y, entre algunos de sus síntomas, está la irritabilidad, el insomnio, la ansiedad, dolores musculares... Yo, desde mi infinita ignorancia militante, pienso que este síndrome es una de esas inexistentes enfermedades "inventadas" por los profesionales de la medicina y los laboratorios con la finalidad llenar consultas y vender pastillas. Si me apuráis, creo que no falta mucho para que El Corte Inglés lance su "Semana Fantástica Anti Síndrome Post vacional", con la finalidad de animarnos y, de camino, darle un empujón a las ventas de principios de temporada. Tengo que reconocer que siempre cuesta un poco la vuelta a la normalidad y a la rutina del trabajo diario. Pero, de ahí a un "síndrome"... hay un mundo. En cualquier caso, hay quien se lo cree, y jura y perjura que lo sufre. Aquí os traigo un ejemplo de su posible existencia...
La compradora feliz

Es una conversación escuchada ayer, en una lujosa joyería del centro de la ciudad de Granada (Andalucía). Dos amigas, muy bien vestidas, se dirigen a una dependienta, muy atractiva (sí, ya sé que no viene a cuento... pero lo era). Y escuché esta conversación:  
Amiga 1: Hola, ¿te acuerdas de mi?, estuve aquí ayer a esta hora. Viendo unos pendientes de rubíes. Los "art-decó"...
Dependienta: Sí, claro que me acuerdo.
Amiga 1: Quisiera verlos de nuevo, por favor.  
Dependienta: Sí, ahora mismo. (Pasan unos instantes, vuelve la dependienta con una bandeja negra de terciopelo y sobre ella, unos pendientes).  
Amiga 1 (mientras mira los pendientes y comienza a colocárselos): Sí, sí... esos era. ¿Te gustan, Julia?
Amiga 2: Sí, son divinos.
Amiga 1: Son como los que llevó "laprincesaletizia" en la... (aquí me perdí, contó algo sobre una de esas fiestas de la realeza europea)
Amiga 2: ¡Es verdad! Ideales, de verdad. Y te quedan muy, muy bien.
Amiga 1: ¿En cuanto se quedan?
Dependienta: 10.325 Euros, con el descuento.
Amiga 2: ¡¡Están muy bien de precio!!  
Amiga 1: ¿Verdad? Son unas pelas, pero es un capricho razonable. Y, de camino, a ver si se me quita la depresión postvacacional.... que estoy, que no levanto cabeza.  
Amiga 1 dirigiéndose a la dependienta: Me los llevo...
Cada cual... según su gusto y en la medida de sus posibilidades. Personalmente, comprándome algún libro, un CD, un par de camisas o tomando un helado en Los Italianos, se me quitan todos los síndromes (y lo dice un ex comprador compulsivo). ¿Y vosotros? ¿Sufrís algún síndrome post vacacional? ¿Con cuánto se cura vuestro síndrome?

Fotografía 1: Título: Dar cabezadas 

Fotografía 2: Título: La compradora feliz 
Autor: Landahlauts