No sé que es más repugnante: comprobar que hay gente capaz de robar flores de la tumba de un difunto ajeno... o pensar que, ese mismo alguien, es capaz de poner flores robadas a un difunto propio (convirtiendo en real el guión de The Faking of the President).
Como dijo Rafael Guerra "Guerrita", cuando le presentaron a Ortega y Gasset: «Hay gente pa tó». Y también me ha dado repelús. Mucho. Al darme cuenta de que el letrero está redactado en primera persona del singular...
Fotografía: Profanador
Autor: Landahlauts