En muchas ocasiones no somos conscientes pero, a nuestras vidas se van incorporando inventos e innovaciones que mejoran, o eso dicen, nuestra calidad de vida. El teléfono móvil, internet, los ordenadores portátiles, los grifos de cerveza... son inventos que, cuando contamos a nuestros hijos que hace unos pocos años no existían, nos miran con esa mirada que nos hace sentir seres del Pleistoceno.
La criopreservación es el proceso mediante el que se conserva con frio a seres humanos a quienes la medicina actual ya no puede mantener con vida, hasta que su reanimación sea posible en un futuro. Según la ley, sólo se puede criopreservar a personas una vez muertas. Y, el gran problema con el que se enfrentaba este proceso era el de no ser reversible. Los cristales de hielo de la congelación provocaban unas microroturas en las membranas celulares del individuo, una lisis celular que dejaban el cuerpo con la misma prestancia que una lechuga descongelada.
A pesar de ello famosos como Ted Williams están hibernando de este modo esperando ¿un futuro mejor?. El año pasado, en Málaga, me di cuenta de que la ciencia ha podido hacer reversible lo que hasta ahora había sido un camino sin retorno.
Julio Iglesias ha vuelto a la vida. Increíble, triste, desesperante... pero cierto. ¿Puede haber algo peor? Lo hay: sigue empeñado en cantar, como hacía antes de ser congelado en la última mitad del siglo pasado. Si nos llegan a advertir de que esto sucedería, de que este sería el futuro, más de uno nos habríamos sometido voluntariamente a una criopreservación. Al menos hasta que él dejara los escenarios...
Música Recomendada: Primal Scream – Zombie Man
Fotografía: Descriogenizado
Autor: Landalauts