Recuerdo, hace ya algún tiempo, que una tarde veía en televisión el Canal Cocina. Emitían en aquel momento un programa protagonizado por un cocinero, cuyo nombre no viene al caso, y una chica que, además de servir ayudar al cocinero, le daba conversación y conseguía que pareciera más ameno.
Él, uno de esos cocineros endiosados y engreídos, preparaba en ese momento una receta que llevaba como ingrediente la pimienta verde. En un momento de la elaboración dijo:
- Ahora, y justo ahora, es cuando añadiremos veintisiete pimientas verdes.
La "partener", con un tono entre sorprendido y jocoso, le respondió:
- ¿Tienen que ser veintisiete exactamente?
Y él, serio y distante, sentenció sentando cátedra:
- Sí para esta cantidad de carne de buey. Si echamos menos no percibiríamos el aroma y si son más destacaría demasiado sobre los demás ingredientes.
Aparte del componente egocéntrico y desagradable que siempre se gastaba aquel tipo señor, quedaba clara una cosa: lo suyo no eran las letras, era de ciencias.
La mayoría de las cosas que hay sobre nuestro planeta y fuera de él se pueden pesar, medir, calcular... Así, por ejemplo, y siguiendo con el tema gastronómico, no es admisible que en una receta de cocina te den como medida algo así como "... harina: añadiremos la que admita..."
No, no y no. "La que admita" no es una unidad de medida en el Sistema Internacional de Medidas, ni en el Sistema Anglosajón de Unidades, ni en nada. Es sólo una estimación totalmente subjetiva. Y lo que necesitamos es una cantidad en gramos, kilogramos, libras, onzas, arrobas... pero no "la que admita".
Si queremos que la vida cotidiana transcurra de modo ordenado y sin sobresaltos que perturben la convivencia... por favor, demos la cantidad justa de todo aquello que se pueda medir para tener una idea de las cosas no aproximada... sino una idea exacta.
El responsable de este aparcamiento, por ejemplo, sabe que no se abriría el mismo número de veces esta puerta si, en lugar de ser un aparcamiento comunitario, fuera un aparcamiento individual. Si un "listillo" coloca su coche delante del vado, la probabilidad de que la puerta se abra es más alta con treinta y tres vehículos dentro que con uno solo. Y esta persona ha querido hacerlo saber al posible "listillo". Pero es que, además, entre treinta y tres conductores hay más posibilidades de que haya uno con muy mal genio en el caso de que un coche le impida entrar o salir.... que si sólo fuera uno.
El "listillo", gracias a que el responsable del aparcamiento es "de ciencias", queda informado y, sopesando esa información, deberá de decidir si aparca delante de la puerta o no. Y atenerse a las consecuencias ("...evitaremos moletias...").
¿Facilita o no facilita la vida esa exactitud? Gracias a los de ciencias... que somos así.
Música recomendada: 99 Red Ballons - Van Nuys
Fotografía: 33 vehículos
Autor: Landahlauts