Hoy hace 1.262.304.000 segundos que comencé a respirar, una curiosa costumbre que he mantenido hasta hoy.
Recuerdo que, cuando tenía 441.849.600 segundos me prometí que al cumplir 21.038.400 minutos (o sea, hoy) me pegaría un tiro en el cielo de la boca para no llegar a ser un viejo insolente y decrépito que se orinara encima y acabara siendo una carga incómoda para algún pariente.
Arrogancias de juventud.
Afortunadamente, la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo y hoy, llegado el momento, no tengo la más mínima intención de cumplir la promesa de aquel adolescente que fui.
Hasta aquí todo me ha ido muy bien: controlo los esfínteres y he sido y soy bastante feliz, veremos que me depara el futuro.
Que sea lo que Dios quiera.
Nota: lo de hacer referencia a segundos y minutos no es para vacilar de cálculo matemático, tampoco es por uno de mis frecuentes ataques de pedantería, es debido a que el ver mi edad en años me deprime, sobre todo la que cumplo hoy.
5 comentarios:
Snif, snif... ¡gracias, compadre! No, no me gusta, pero, he recpacitado y más vale cumplir años que dejar de cumplirlos y empezar a cumplir aniversarios, ya sabes aquello de:
"1er. Aniversario de Fulanito de tal, tu mujer e hijos no te olvidan."
Hey, felicidades!
no te conozco ni tu me conoces, pero me gusta tu forma de escribir!
Que cumplas muchos mas!
felicidades!!
me gusta bastante tu blog, sigue así-
Felicidades compare: no me acordé... más vale tarde que nunca.
Felicidades...aunque no cumplas años te deseo lo mejor.
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