jueves, noviembre 19

El tejido productivo


Aquí, hasta el inicio de la crisis, la economía floreció de modo irreal: motivada por el auge en la construcción de viviendas, pero no se producía, ni se fabricaba prácticamente nada. Quizás algunos automóviles, en plantas subvencionadas y por compañías multinacionales extranjeras...

Esa era toda la exportación española. Hubo un tiempo en que sí exportábamos  monjas. Ahora, no tenemos ni para consumo propio: las pocas que hay, son de importación (indias, sudamericanas, africanas, etc). Las economías emergentes nos sobrepasan hasta en lo espiritual.

Ya... ni monjas se producen en España.

Estoy entre irme de ilegal a India o pedir un permiso de trabajo para China... ¿qué me recomiendas?

Origen de la fotografía: ZUGA1938

9 comentarios:

Vallina dijo...

El perro, todo un genio con sentido de la oportunidad. Saludos.

Tony Collbato dijo...

Me das una gran idea para salir del paro,trabajo sencillo,con posibilidades de promocionar en empresa líder en su sector con antigüedad;lo malo que te desguazan cuando mueres y reparten tus trozos,el brazo de bautizar por un lado,la sangre que no licua por otro...y no respetan el uniforme ni los perrros

sulaco dijo...

Hace más de una década que España eligió el camino del turismo y pandereta, enladrillaron la costa y se cargaron aquello que podría haber sido un recurso más duradero. Ahora toca competir con otros lugares menos masificados, más baratos e infinitamente más bonitos.

Cosechadel66.es dijo...

Me gustaría creer, pero es tan complicado...

Carpe Diem

An dijo...

China hombre...china, Bolliwood esta sobre balorado...Muy bueno el perro ateo XD Saúdos

Más claro, agua dijo...

¿Tienen alguna utilidad las monjas?... Y que no conteste el perro, por favor... ;-)

Markitos dijo...

Estos perros...

Food and Drugs dijo...

El perro se quedó muy a gustito

Edurne dijo...

Y pensar que yo depequeña me quería meter a monja! Pero bueno, de las de ir a Misiones, que eso sí que era la leche merengada, el summmun, vamos!

Y el perrito? Qué oportuno él, eh? Jajajaja!

Muxus!