Estoy convencido: aquella camarera francesa me cogió manía. Y creo que todo fue a raíz de lo que ocurrió una mañana, cuando bajé a desayunar. Serían en torno a las siete y media de la mañana. Al entrar al comedor, sonreí educadamente y la saludé: "¡Bon soir, Monsieur!".
A partir de aquel saludo, mi café de la mañana siempre estuvo frío... y todo por un problema de comunicación.
Fotografía: Pâstisserie
Autor: Landahlauts
No me extraña! Oh, Mon Dieu, bon soir pour la matin???
ResponderEliminarJajajajaja!
Hombre, si a mí me molesta cuando me dicen "señora" porque aunque ya van apareciendo las canas todavía no me veo yo con las arrugas suficientes como para llevar ese sobrenombre, imagina si a la muchacha la llamaste Monsieur... :)
ResponderEliminarBesines.
Tenías que haberle dicho: A la buena
ResponderEliminarjejeje Y es que hay cosas que no se pueden perdonar...
ResponderEliminarY que conste que me han tenido que decir lo que habías dicho...
Carpe Diem
Jajaja a estas alturas debe estar obsesionada por si tiene bigote mañanero.
ResponderEliminarOye qué sugerente la foto, mamma mía, me has dado hambre y en la ofi no tengo nada! jaja
lE RECUERDO QUE LOS DE CASA " ISLA" ESTAN MUNCHO MAS GUENOS.SALUDOS DESDE LA EUROPA QUE ACABA DE VISITAR.
ResponderEliminarte dicen que hay sitios donde los hay más güenos...fijate desde dónde empezamos a evaluar calidad.
ResponderEliminarestoy fascinada con el manejo de tu francés y dónde hacías tus prácticas.
:)
Y eso que las gabachas están muy liberadas.
ResponderEliminarCon su baguette se lo coma
:-)
Eso te pasa por hablar en inglés... ;-)
ResponderEliminarAh, París!!!
ResponderEliminarLand, son escandalosamente ricas las masas y las fotos...!!!!!!!!!!1
ResponderEliminarMe alegro mucho de que lo pasaras tan bien en tu viaje y que la ciudad de la luz te enamorara.
ResponderEliminar¿Quizás sea el preludio de otro viaje?
A mi enamorarme precisamente no, me impactó su grandiosidad y sus enormes avenidas.
Sí llegué a enamorarme de Montmartre, ahí si que me hubiera perdido.
Lo de las persinas y visillos, habitual fuera de nuestra península, si que es chocante, aunque si te soy sincera
en París, en cuatro días no me dio tiempo a observar ese detalle. ¿Cúál es tu secreto? ¿Cómo lo haces?
Ah y la próxima vez dile a alguien que te apunte frasecitas cortas en una hojita.
Oh mon Dieu pobre mademoiselle, yo también te hubiera puesto el café helado todos los días jajaja.
Y... "Monsieur"??? tenía mostacho o que?? si soy yo, te echo cianuro, así que da gracias :P:P
ResponderEliminarAl final me voy a tener que considerar afortunado de haber dado con ella y que su única represalia fuera la de poner aquellos cafés fríos...
ResponderEliminar¡¡Cómo sois!!!
:)