viernes, enero 2

El aburrido niño pulcro

Jugando en la arena
Fui un niño 'raro'. No recuerdo haber jugado con la arena del parque jamás. ¿El motivo? odiaba las manchas. La idea de llenarme las manos de polvo, ensuciarme las uñas o la ropa... me ponía nervioso. Y no lo hice nunca. Fui un aburrido niño pulcro. Por eso, el otro día, paseando por la Plaza de Bib-rambla, cuando vi a esta pequeña excavadora... me emocioné. Vi la posibilidad de recuperar la parte perdida de mi infancia. Me imaginé a mi mismo subido a esa miniexcavadora: amontonando arena, aplanándola, moviéndola de un lado a otro, haciendo un túnel o un castillo para los Playmobil... Y todo ello de modo aséptico, cómodo y funcional. Creo que ya he decidido lo que voy a pedir a los Reyes Magos: la miniexcavadora Kubota U10-3: "...solo 990 kgs de una máquina ultracompacta, sin saliente posterior, con el radio de giro ultracorto y muy fácil de utilizar...". Lo dicho, mi regalo de Reyes. Fotografía: Jugando en la arena Autor: Landahlauts

31 comentarios:

  1. En la playa sí! Ahí sí que jugaba: no tenía ropa que manchar y el mar estaba al lado para quedarte limpio...
    Y lo sigo haciendo.

    Un abrazo, Mari Carmen.

    ResponderEliminar
  2. También puede ser útil para coger cosas de un altillo, para sacarse sobresueldos bajando gatos de árboles... Creo que la vas a amortizar rápido!!

    ResponderEliminar
  3. Yo también era una niña que nunca se manchaba.
    Yo también era una niña pulcra. Incluso en la playa pedía permiso para sentarme en la arena.
    Si te traen los reyes la excavadora, ¿me darás una vuelta?

    ResponderEliminar
  4. Claro que te daré una vuelta!!!

    "...si los Reyes te traen..." ¿lo pones en duda? He sido muy bueno...

    ResponderEliminar
  5. Bien!!! ¿tengo que llevar casco? ;-)

    ResponderEliminar
  6. No. ¿Has visto los obreros? Un gorro de lana para que no se enfríen las orejas es suficiente. Y no te preocupes... viene media docena de gorros de regalo.

    ResponderEliminar
  7. Sospecho que en verano va a haber bofetadas por jugar contigo en la playa... :-) Voy reservando sitio en el chiringuito para no perderme el espectáculo :-D

    ResponderEliminar
  8. Dios!!! Y yo quiero el camión volquete. Claro, que en Madrid, tampoco voy a ser una excepción... Será por obras...

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. jajajaja eso esta muy bien, que no pierdas las ganas de jugar, besos

    ResponderEliminar
  10. ¿Sabes que es lo curioso de los niños aburridos y limpios? Que cuando crecen se vuelven muy cochinos y juguetones ¡demostrado!

    Feliz añoooo ;)

    ResponderEliminar
  11. Efter:
    No es mala idea. Si la necesitas... está a tu disposición.

    Eduardo:
    Tu de capataz, ¿no? controlando desde la sombrita...

    Cosechadel66:
    Pues con tu camión volquete y mi miniexcavadora... imagínate lo bien que lo podríamos pasar!!!

    Isa:
    ¿Verdad? Eso me digo yo a mi mismo... :)

    Eponine:
    ¡¡Sí!! Sí que lo sé!!! ;)

    Feliz año y bienvenida!

    ResponderEliminar
  12. Menos mal que la excavadora es pequeñita y de andar por casa, porque si hubieras visto las obras de Madrid y te hubieras encariñado de una tuneladora...

    Un saludo

    ResponderEliminar
  13. Pues nunca es tarde si la "arena" es buena

    ResponderEliminar
  14. Vaya regalazo!, y te sirve para hacer bricolage, jajjaja

    ResponderEliminar
  15. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena ¿no? Jeje

    Siempre fui una gran aficionada a jugar con la arena. De hecho, a is 24 años, aún sigo construyendo castillos cada vez que me acerco a la orilla del mar.

    Y de vez en cuando, hasta me atrevo a hacer alguno que otro en el aire...

    Encontré tu blog por casualidad y la verdad es que me ha encantado.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  16. Puede que haya tenido miedo a la suciedad (de la etapa anal probablemente). Pero lo de aburrido lo dudo mucho. Abrazos

    ResponderEliminar
  17. Jooo me la pido pa reyes!!!!

    ResponderEliminar
  18. PERFECTO Land. Perfecto...!!
    Si no es mucho pedir, podrías sacarle una foto cuando esté SOBRE tus zapatos?¿

    ResponderEliminar
  19. Casi mil kilos pesa el cacharrín ese? Cualquiera lo diría.
    Tu madre debía estar superfeliz de que fueras así, a la mia la traía por la calle de la amargura porque era según ella ¡mas guarro que una obra!

    ResponderEliminar
  20. De niño, y aun ahora, me pasaba iba igual que a ti. Tenía autentico repelús a mancharme y ensuciar mis ropas. El otro día vi una película en que a unos individuos los pulverizaban con estiércol y luego entraban en una casa, pringados como iban. Me horrorizó (y no por el estiércol que cubría y decoraba), no podía en pensar en otra cosa que como limpiarlos sin machar su alrededor... una manguera en el exterior, poner bolsas en suelo,...
    :-)

    Creo que pides un buen regalo para reyes, espero que te lo traigan (pobre camello que lo cargue). Yo me pediría, en la misma línea, un traje que repela la suciedad.

    Saludos

    ResponderEliminar
  21. Jo, pues yo me ponía perdida. Me encantaba hacer el bestia jugando a coronar el montón de arena de la obra de al lado. Y excavar túneles de un lado a otro.

    Alguna vez se nos debería permitir volver a hacer algo así, siendo ya adultos. Porque cada vez que paso por delante de un montón de arena, me entran unas ganas...

    Un abrazo y muchos besos. Y mis mejores deseos para el año recién estrenado!

    ResponderEliminar
  22. Pues ten cuidado, Landahlauts, porque yo nunca jugué con muñecos y, ahora, fíjate, día a día con ellos. ¡Y eso que no se los pedí a los Reyes!

    Como te la traigan, te veo, por lo menos, acabando tú solito la "interminable" Sagrada Familia de Gaudí... :P :P

    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
  23. Ya nos dirás si te la traen... Seguro que mola.
    De pequeña sí que jugaba en la arena, aunque nunca me gustó ser una croqueta humana, pero ahora no lo soporto, me pone de los nervios... Creo que quiero otra excavadora.

    ResponderEliminar
  24. Pues ya puestos puedes, también, cambiarle el aceite, la valvolina o las trócolas. Verás que divertido es mancharse.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  25. Yo necesitaría una la mar de grande para poder excavar agujeros en la tierra cada vez que meto la pata por bocazas. La de veces que tengo ganas de que me trague la tierra, madre...

    ¿No jugabas con la tierra? Pues yo era una auténtica cochina, me ponía perdida con todo lo que pillaba. Y si hablamos de las cosas que he comido (jugaba a las brujas en vez de alas casitas y me hacía brebajes y ungüentos con toda hierba que me encontraba por los campos), ya ni te cuento. De hecho acabo de caer en la cuenta de que es un milagro que siga viva...

    ResponderEliminar
  26. Oño pues a ver como te la traen!!!! 990 kgs. Jo que pasen primero por mi casa porfa que si no, veo que me quedo sin mi regalo.
    Pobres camellos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  27. Jajajajaja!
    Pues pide, pide... lo mismo un año de estos te llega el regalito reconvertido en forma de... no sé cualquier cosita, y una notita aclaratoria diciendo que se les habían terminado las excavadoras... ya sabes, justificaciones!
    Muxus!

    ResponderEliminar
  28. Pues yo era de las que se encenizaban de arriba abajo y además casi siempre volvía a casa con alguna herida en las rodillas o en los codos...
    Ya no soy así, menos mal, pero de todas formas, yo le pediría a los Reyes un jacuzzi de esos con miles de chorros, enorme, por si invito a algún amiguito a jugar, un frasco de sales de baño afrodisiacas - si existen, que no lo sé - y un juego de toallas de esas tan mulliditas y suaves para después...

    Yo también he sido buena, así que voy a ir tirando el tabique del baño para que me quepa el jacuzzi :D

    Espero que tus deseos se cumplan, Lan ;)

    Un beso

    ResponderEliminar
  29. qué chulada de regalo!!! vas a ser la envídia de la playa! creo que supervisaré junto a Eduardo las labores desde el chiringuito...

    ResponderEliminar
  30. Eras pulcro de pequeño y por lo visto lo sigues siendo de mayor. Ya habrá otros que se manchen las manos por ti... no?

    ResponderEliminar
  31. Pero si a todos nos encantaba ponernos hechos unos zorros, y aún más si estrenabas ropa, bueno yo era bastante rebelde.

    ResponderEliminar

Venga, di algo, que no sea yo el único...