Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas.
Que no quede ni una. Púlele los rosales
que encuentres a tu paso y deja las espinas
para tus compañeras de colegio. Disfruta
de la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que va por los jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua, machácate de gusto
con quien se deje y no permitas que el otoño
te pille con la piel reseca y sin un hombre
(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.
Y que la negra muerte te quite lo bailado
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas.
Que no quede ni una. Púlele los rosales
que encuentres a tu paso y deja las espinas
para tus compañeras de colegio. Disfruta
de la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que va por los jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua, machácate de gusto
con quien se deje y no permitas que el otoño
te pille con la piel reseca y sin un hombre
(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.
Y que la negra muerte te quite lo bailado
Poema: Collige, Virgo y Rosas. De "Por Fuertes y Fronteras", 1996
Autor: Luis Alberto de Cuenca
Fotografía: Brown Andalusian Eyes
Autor: Landahlauts
Que todas las noches sean noches de boda / que todas las lunas sean lunas de miel... (J. Sabina)
ResponderEliminarCarpe Diem!
ResponderEliminarY p'alante con los faroles!
Muxus!
Muy buen enlace entre el eros y el thanatos. Muy bueno
ResponderEliminarA ver si sale este comentario que ultimamente está fallando bloguer.
ResponderEliminarPero tío que bueno es esto. Que bien, que andaluz, cuanto deseo. Ma gustao mucho Landa.
Collige, virgo, rosas. Es un recurso que no se concoe tanto como el carpe diem pero que tiene mucho que ver. Y este poema, querido landa, es un claro ejemplo de ello. Saludos, compi
ResponderEliminarmuy bonito, casi casi una copla!
ResponderEliminarY ole con ole campana. Qué arte, chiquillo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarUno de mis favoritos. Me encanta la obra de Luis Alberto de Cuenca.
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