Visitamos su pueblo, Nigüelas: uno de esos bellos lugares de la Comarca del Valle de Lecrín, en Andalucía, de poco más de mil habitantes. Era un señor mayor, tomaba el escaso sol de aquel día de primavera, junto a un amigo. Tenía esos ojos profundos que tienen aquellos que han vivido, y esas manos pulcras y curtidas que son la mejor medalla que puede lucir un hombre al final de su vida. Empezó a hablarnos de su pueblo: de como es, de como era. De la pobreza de la posguerra y de la abundancia de hoy. De lo duro que fue marchar en los años sesenta, dejando una familia atrás, para partirse la espalda trabajando en Alemania. Nos habló de miseria, de esperanza, de trabajo, de lucha, de amor... y de triunfo. Del triunfo del tesón ante la adversidad. A pesar de todas los preciosos rincones que habíamos visto en aquel pueblo... las palabras de aquel señor mayor fueron lo más bello e interesante que nos pudo ocurrir aquel día.
Deberíamos sentarnos y escuchar a los viejos: tiene mucho que contar.
lo mejor de los viajes es lo que nos enseñan, adoro a los abueletes que comparten la sabiduría de la vida, saludos
ResponderEliminarEllos son nuestra verdadera memoria histórica: y eso es patrimonio nacional ;-)
ResponderEliminarEllos son los guardianes de la historia. Lo malo es que al ritmo que vamos, terminarán por desaparecer.
ResponderEliminarEntramos en esa edad, en la que nos vamos dando cuenta de que realmente tienen mucho que contarnos...
ResponderEliminarAhora que estamos instalados en el Estado del bienestar, no nos damos cuenta de los afortunados que somos.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. Dan ganas de posar a su lado nuestro joven culo y escuchar... y aprender.
ResponderEliminarMi abuela decía:
ResponderEliminarMás sabe el diablo por viejo que por diablo.
Son nuestro patrimonio más preciado.
ResponderEliminarJó, qué ilusión, alguien de mi tierra que no es amigo o conocido, entra en mi blog y lo comenta...jeje. Te digo esto porque el otro día leí (creo que era en el diario "Público") que un blog no es blog sin comentarios. Así que desde aquí mil gracias por pararte y dedicar unos segundos, la verdad es que anima bastante. Yo por mi parte también me he dado una vueltecilla por dos de tus blogs (a los que pienso agregar en el mio XD) y me han traido muy buenos recuerdos del sur. Así que nada, encantada por la toma de contacto y a seguir dando forma a estas ideas, un saludo desde el norte!.
ResponderEliminarVidas enteras. Y no se les trata con el respeto y el cariño que merecen.
ResponderEliminarA mi me encanta escuchar las añoranzas de los mayores... Grandes batallitas como yo les llamo.. ¡¡Algunas para escribir un verdadero libro¡¡
ResponderEliminarSaludos.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarLos ancianos son la experiencia .
ResponderEliminarYo aquí en Murcia tengo a un vecino que se llama Pepico .
A veces me paro a charlar con él y me encanta escucharlo .
Pepico tiene 85 años .
saludos
La verdad que estos abuelos son los mejores garantes de lo que suposo el esfuerzo para levantar este pais de aquella miseria en la que se quedó tras la guerra, aquella injusta guerra donde se sepultaron las voces y la honradez de tantos españoles que por pura envidia murieron en manos falangistas o del régimen franquista. ¡Ojalá se pueda recuperar esa memoria histórica algún día!
ResponderEliminarSaludos de tu vecina de Graná.
Asusta la vejez...como para no...!!!
ResponderEliminarTienen mucho que contarnos y enseñarnos, yo estoy pensado en contar las historias de mis abuelos, uno estuvo en la guerra y la otra se quedo huerfana con 6 años, para mí son dignos de admiración.
ResponderEliminarSaludos
Menudos librazos con piernas que son los abuelos. Me encantan sean como sean, hasta cascarrabias me parecen entrañables.
ResponderEliminarY las ganas que tienen de ser escuchados...importante reflexión. Saludos
ResponderEliminarYa te veo como Labordeta y un país en la mochila pero, en lugar de descubrir parajes, descubrir personas, personajes, historias.
ResponderEliminarPorque al final, lo mejor siempre es la gente.
ResponderEliminarqué interesante!
ResponderEliminarte imaginas que sería super bueno -para nos. en Alemania- que contara cómo era la vida acá en aquellos tiempos,
y, si no fuera mucha la molestia, me comentaron que los guest workers espanoles enviaban, a los 17 anos, más o menos, a las hijas de vuelta a Espana para que se casaran allá.
Un abrazo !
Cuando miramos hacia atrás, si hemos tenido la suerte de conocer a nuestros abuelos, siempre disponemos de un recuerdo atesorado que aparece cuando menos lo esperamos. ¿Por qué son tan importantes los abuelos? Porque transmiten la historia con la serenidad que dan los años.
ResponderEliminarEnvejecer es obligatorio, crecer es opcional.
La cosina. Besos.
Por supuesto que si, los ancianos son los grandes olvidados de la sociedad y deberiamos escucharlos más y ocuparnos más de ellos... saludos
ResponderEliminarYo echo eso mucho de menos de España, el hablar con gente que no conozco de nada, y que me cuenten cosas, sin mostrar ningún recelo.
ResponderEliminarCiertamente tiene mucho que contar, y me gusta escucharlos, pero a veces, mezclan el pasado con el presente y pretenden que todo el mundo lleve su vida...y eso si que no me gusta un pelo :) Sludos meu :)
ResponderEliminarque contar y que enseñar.
ResponderEliminarQué estúpidos somos a veces, ¿verdad? Cómo es posible que despreciemos a unas personas tan sabias como ellas.
Un gran abrazo, amigo.