domingo, febrero 4

El Poema de la Carne



Cuando me dices: soy tuya,
tu voz es miel y es aroma,
es igual que una paloma
torcaz que a su macho arrulla.

Sobre mi mano dormida
de tu nuca siento el peso,
mientras te sorbo en un beso
todo el fuego de la vida.

Cuando ciega y suspirante
tu cuerpo recorre una
convulsión agonizante,

adquiere tu faz inerte
bajo el blancor de la luna
la palidez de la Muerte.

Francisco Villaespesa (1877 - 1936 )
Poeta y ensayista.
Andaluz, de Laujar de Andarax.

5 comentarios:

  1. El amor, en algunos momentos, es morirse un poco, en una muerte dulce y breve, con un beso clavado.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Pues yo me asustaría un poco si mi novio se pusiese pálido de repente...Aunque, claro, si es a la luz de la luna...no es palidez es la iluminación. en fin. un votico para mi andaluz impertinente

    ResponderEliminar
  3. Pues eso digo yo: si mi amada tomara la palidez de la muerte, cuando ciega y suspirante, por su cuerpo recorre una convulsión agonizante; pues no sé que le diría.

    ResponderEliminar
  4. Sí que tiene algo de muerte, Alvaro.


    Lola y SDE;
    ¡¡¡cómo sois!!!
    jajajaja

    ResponderEliminar

Venga, di algo, que no sea yo el único...