sábado, abril 11

Denn alles fleisch es ist wie gras

Ein deutsches Requiem
Johannes Brahms estrenó "Un Réquiem Alemán" (Ein deutsches Requiem) en 1868. No era un réquiem en el sentido estricto de la palabra: ni era una misa de difuntos, ni su intencionalidad era estrictamente religiosa. Los textos que lo componen está tomados, sin embargo, de la traducción luterana de la Biblia y son pasajes de dolor y lamento por la pérdida de los seres queridos, y alegría por su resurrección. Parece ser que Brahms hizo un pre-estreno de su obra, de las tres primeras partes concretamente, en 1867. Dicen que fue un fracaso porque uno de los maestros de la orquesta, el encargado de la percusión, era un admirador de Wagner. Los partidarios de Wagner y los de Brahms eran enemigos irreconciliables: no sólo por temas musicales, también había una componente política. Así que este buen señor se dedicó a "reventar" el estreno del Réquiem, entrando a destiempo con los timbales en numerosas ocasiones. Hoy suena en La Arbonaida Denn alles fleisch es ist wie gras, la segunda parte de Ein deutsches Requiem, op.45, de Johannes Brahms. Me gusta, es bello, grandioso, emocionante. A ver qué os parece a vosotros.

5 comentarios:

Jorge S. King dijo...

Muy buena interpretación.
¿Será realmente que toda carne es como la hiedra?

Landahlauts dijo...

Eso decía San Pedro, en su Primera Epístola...

madreselva dijo...

grandioso, ese es el término...!!!

Anónimo dijo...

Me parece perfecto para una mañana de domingo...

Carpe Diem

Peritoni dijo...

¡Qué joputa el del bombo!