miércoles, junio 28

Dúrcal y el Puente de Lata

El Puente de Lata, en Dúrcal,fue construido en los talleres de Gustave Eiffel.

Dúrcal enclavado en una de las zonas privilegiadas del mundo granadino, el Valle de Lecrín, se erige sobre los profundos cauces que ha excavado el Río que adopta su nombre. Formando una magnífica solana se encuentra protegida de los vientos del Norte por su Sierra, perteneciente al parque natural de Sierra Nevada. Constituye un paso obligado entre Granada y la Costa, antesala de la Alpujarra. La denominación en tiempos de la Andalucía Islámica de esta localidad, Dur al-iqlim: "La Perla de la Comarca", da una idea de su belleza.

Su economía basada principalmente en la industria y el sector servicios debe sus orígenes a la agricultura tradicional, conservando los cultivos dedicados a los árboles frutales y la patata. La belleza paisajista del lugar invita a los foráneos a hacer escala. Pueden realizarse numerosas rutas y pernoctar en los confortables alojamientos rurales y hostales. Y todo ello a media hora escasa de Granada.

Uno de los lugares más emblemáticos de Dúrcal es el llamado Puente de Lata, que sirvió como paso de la garganta del río Dúrcal. Como curiosidad cabe destacar que fue construido por los Talleres de Gustave Eiffel en Bélgica.

Otra curiosidad referida a Dúrcal: la recientemente fallecida cantante Rocío Dúrcal debe su nombre artístico al azar. No sabiendo que nombre artístico ponerse, colocó de modo arbitrario el dedo sobre un mapa de la Península, yendo a parar a Dúrcal, y con Dúrcal se quedó. Al final, la relación de la cantante con el pueblo fue muy cordial, siendo nombrada hija adoptiva del pueblo.

Enlaces interesantes Dúrcal: Los puentes - Vistas panorámicas

3 comentarios:

Er Hovensito Frankenstein dijo...

las naranjas, allí se crían mu wenas naranjas

Landahlauts dijo...

Sí que son buenas las naranjas de allí, Hovensito. Pero quedan sólo para consumo interno... no llegan a salir.

A Scemo:
Naranjos, lo que pasa es que los naranjos los rodean de olivos para que no se hielen. Una tradición de cultivo morisca.

Anónimo dijo...

Un saludo, para todos los durqueños y durqueñas en el mundo!