jueves, marzo 30

NIHIL OBSTAT

Leyendo en Wikipedia sobre la Enciclopedia Católica encontramos lo siguiente: Enciclopedia Católica es una enciclopedia que fue originalmente escrita en inglés y publicada en 1913, diseñada para dar información autorizada sobre los intereses, acciones y doctrina católicas. El texto obtuvo el "Nihil Obstat" ("no hay objeciones") del censor eclesiástico Remy Lafort el 1 de noviembre de 1908 y el “Imprimatur” ("que se imprima") del arzobispo de Nueva York. La Enciclopedia Católica tiene, por tanto, la aprobación oficial desde el punto de vista moral y doctrinal de la Iglesia de Roma. Fue actualizada bajo los auspicios de la Universidad Católica en 1967 y una New Catholic Encyclopedia se publicó en 1967 y en una segunda edición en 2002. Se puede decir que está "puesta al día" en contenidos.
Pues bien, a continuación transcribo parcialmente la biografía de Tomás de Torquemada que aparece en la Enciclopedia Católica.
Tomás de Torquemada.
Primer Gran Inquisidor de España, nacido en Valladolid en 1420; murió en Ávila el 26 de Setiembre de 1498. Era sobrino del célebre teólogo y cardenal, Juan de Torquemada. En su temprana juventud ingresó al monasterio Dominico en Valladolid, y más tarde fue nombrado prior del Monasterio de Santa Cruz en Segovia, puesto que desempeñó durante veintidós años. La Infanta Isabel lo escogió como su confesor mientras estuvo Segovia, y cuando ella asumió el trono de Castilla en 1474 él se convirtió en uno de sus más confiados e influyentes consejeros, pero rechazó todos los altos nombramientos eclesiales, prefiriendo permanecer como un simple fraile. En ese tiempo la pureza de la Fe Católica en España estaba en gran peligro por los numerosos Marranos y Moriscos, quienes, por razones materiales, se convirtieron en falsos convertidos del Judaísmo y Mahometismo al Cristianismo. Los Marranos cometieron serias atrocidades en contra de la Cristiandad y se propusieron judaizar toda España.
(...)
Los Marranos encontraron poderosas maneras de evadir los tribunales en los juicios en España, cuyas riquezas los habían hecho muy influyentes y sobre los que la Inquisición no tenía jurisdicción. En esta situación Torquemada pidió a los soberanos que exijan a los judíos que se conviertan en cristianos o que abandonen España. Para frustrar esta medida los judíos acordaron pagan al gobierno español 10,000 ducados si los dejaban tranquilos. Existe una tradición que cuando Fernando estaba a punto de ceder a la tentadora oferta, Torquemada se le apareció, sosteniendo un crucifijo en lo alto, y exclamando: "Judas Iscariote vendió a Cristo por 30 monedas de plata; Su Alteza está a punto de venderlo por 30,000 ducados. Aquí está Él; tómelo y véndalo." Dejando el crucifijo en la mesa abandonó la habitación. Principalmente a través de esta mediación los Judíos fueron expulsados de España en 1492. Se ha escrito mucho sobre la inhumana crueldad de Torquemada. Llorente registra que durante el mando de Torquemada (1483-98) 8800 personas fueron quemadas y 9654 fueron castigados de diferentes formas (Histoire de l'Inquisition, IV, 252). (...) Si la forma de Torquemada de indagar y castigar a los herejes era justificable es un asunto que debe ser decido no sólo comparado con el nivel penal del siglo quince, sino también, y principalmente, a través de una investigación sobre la necesidad de preservar el cristianismo en España.
Hasta aquí, repito, la cita textual de la Enciclopedia Católica. Parece que nada ha cambiado con el transcurso de los siglos. La Iglesia Católica considera vigentes los argumentos blandidos hace siglos para ejecutar una terrible limpieza étnica y deportaciones en masa entre nuestros antepasados andaluces (aquellos a los que llama Marranos y Moriscos). No pesan en la conciencia del Estado Vaticano como una acción errónea o moralmente reprobable. Nihil Obstat, que dirían ellos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Barbacoa de moros y marranos en las plazas públicas ¡¡que tiempos!!! diversión gratis para el pueblo... nada de entradas de fútbol ni ppv ni ostias.

Landahlauts dijo...

Me llama la atención la figura del "confesor". ¿Habrá habido mejor manera a lo largo de la historia de controlar a un pueblo? Desde el rey hasta el mendigo todos le contaban sus intimidades a esta curiosa figura repartidor de perdón divino. ¿Que mejor forma de controlar una sociedad entera?

Anónimo dijo...

Un post muy interesante, efectivamente la Iglesia Catolica sigue defendiendo la España Inquiperial. Quiza sea por eso que en las ultimas encuestas la juventud cada vez se manifiesta menos catolica.
El catolicismo español tiene que cambiar la musica y el paso si quiere continuar en el mundo actual, pero no se enteran; ellos siguen en tiempos del Inquimperio.